miércoles, 6 de junio de 2012

El Eternauta


El Eternauta pateó un tarrito. El tarrito tenía una leyenda. La leyenda pregonaba indulgencias y albricias que acaso leyeran los dueños de esos tarritos huérfanos abandonados en las veredas que pisa El Eternauta.



(de la serie minicuentos de 33 palabras) JCP

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Historias minimas-c

  Esa lágrima en la mejilla, ahí le apunté