lunes, 9 de julio de 2012

Mujeres - Adelita


  No sabemos sus nombres, son las grandes olvidadas de la historia de México y sin embargo sin ellas no habría México ni historia de México” Elena Poniatowska.


   Adelita se presentó en nuestro hogar una tarde de otoño, cuando los años cincuenta se batían en retirada. . Vino de la mano del Wincofón y en la voz de Nat King Cole. 

Desde entonces está con nosotros. Con ella, a partir de ella, conocimos a Jorge Negrete y, ya adolescentes, sus circunstancias. Inicialmente en las alegaciones de John Reed y más tarde en los portentos de Juan Rulfo. 

Adelita siguió siendo Adelita pese a que los socios del Club de los Racionales pretendieron convencernos de que se trataba de Altagracia Martínez o acaso Marieta Martínez. Precisamente esta vacilación de los biógrafos nos confirmó el acierto de adscribir a los veredictos del imaginario popular. 

Adelita reflejada en los ojos de Pancho Villa, cocinando tamales, consolando a los heridos. Adelita en la primera línea de combate con un fusil al hombro y esa sonrisa encantadora en el andén de Buenavista poco antes de partir hacia los llanos de Chihuahua donde la esperaban la revolución , las apostasías de Pascual Orozco y la leyenda. 

Desde ese momento permanece allí, en un estante de la biblioteca y en lo más profundo del corazón de un niño que se estremece cada vez que eleva la mirada y contempla su sonrisa.

     JCP

La fotografía de Jerónimo Hernández fue publicada por primera vez el lunes 8 de abril de 1912 en el diario maderista Nueva Era, y da cuenta de la partida, el sábado 6 de abril, de tropas del general Victoriano Huerta

La casa es el umbral

  La casa es el   umbral ( Mínima canción de contingencia) Retumban   esas   suelas...