La memoria es un tatuaje del alma. Se lleva en la conciencia y obedece a sus dictados. Indeleble, eterno, nos dice quiénes fuimos y revela lo que somos. Testimonio para presentir destinos y decidir qué haremos
martes, 22 de diciembre de 2015
domingo, 20 de diciembre de 2015
Poesía
La pampa se dilata en el poema. El perfil crepuscular de los jinetes inventa fantasmagorías en el horizonte y sus siluetas parecen brotar en el llano como estalagmitas pardas que el resplandor adelgaza y prolonga hacia el oeste. Los versos crecen y entusiasman mientras un trote pasuco repica hacia el amor o el desaliento... Cabalgan, se internan en la desmesura del viento o el jornal. Allá van, despacio y sin premuras porque este es un territorio para viajar sin prisas, para querer de a poco. Es gente de este y otros pagos, paisanos, desnudos de mayores alegrías, austeros en su andar como el paisaje que andan. Un triste fulgor empuja sus espaldas hasta el punto final que cierra la historia e inaugura razones para indagar destinos o tal vez, simplemente, para repensarnos. Los jinetes avanzan hacia algún sitio, cierto remanso de la luz que algunos sospechan o quizás conozcan. Luego, se apean para desaparecer en el interior de la carpeta que Edgar Morisoli cierra despaciosamente ante un auditorio que se crispa y sacude. El poeta despliega una amplia mirada por encima de sus lentes y queda callado.
domingo, 6 de diciembre de 2015
Testigos
jueves, 19 de noviembre de 2015
domingo, 15 de noviembre de 2015
EDAD DEL PLOMO
Hubo una muerte impune y una víctima inocente. Luego otra. Y otras. El mismo patrón Asesinatos seriales, rememorarían con laconismo algunas crónicas de un siglo a otro. La policía sospechaba de los historiadores.
/microcuentos de 33 palabras)
lunes, 9 de noviembre de 2015
¡ CATORCE MIL !
sábado, 31 de octubre de 2015
Un hombre de temple
En los umbrales del recuerdo, en las costas de lo que
fue el caudaloso Chadileuvú, quedó, en una jornada de
bienaventuranzas, boyando en el medanal, un temple.
Lo dejaron ahí
aventureros, conquistadores, buscadores
obsesionados por el Lin Lin (la trapalanda) y sus augurios. Una forma de afinar que sobrevivió
al tiempo buscando prorrogarse en las guitarras que habrían de amanecer,
siglos más tarde, en estas dilataciones de la esperanza que denominamos
Para los que están al corriente, invocar temple es describir muchas cosas. Andan por ahí bellas melodías
con la sexta en Re. Pero también sostienen, los que saben, que pronunciar “temple”
en esta comarca es acrecentar su
enjundia e invocar a un hombre y su guitarra.
Él constituye la razón que nos convoca. Hermano, maestro,
amigo, precursor de lo que llamamos cancionero.
¿Qué más exponer que ya no se haya dicho? ¿Un exquisito compositor e
intérprete? O mejor: un musiquero fino de extremada sensibilidad que descubrió esa enorme ofrenda de armonías aguardando
en las inmensidades del Oeste y las hizo
suyas. Las recreó y otorgó nuevos significados fundando una manera
de latir , de sentir y de pulsar el encordado.
Estamos recordando, ya se sabe, al heredero de
esa singular afinación que Bustriazo Ortiz, en el corolario de una
noche embrujada, bautizó “del Diablo”: Guillermo Mareque.
Con él, abrigado
entre las cuerdas, anduvo febril por mil caminos, abriendo la traza de otros
tantos.
Su existencia
no fue fácil en esas travesías. Fue
ganando tesoros y perdiendo otros de elevado costo.
Derrotas.
Desgarros del l corazón.
Menos mal que estaba su instrumento.
. Resuenan por ahí los versos de Morisoli mentando al
desgajado. Un retrato de vida y cofradía:
“Y la chicharra del Verano
al verlo así, sin ramazón,
pasó de largo, cantó lejos,
muda la siesta le dejó”
(…)
“Sabias maderas de guitarra
Tarde o temprano
flotarán…”
Y al fin se
plasmó, menos mal, esta antelación
auspiciosa de la lírica.
Mucho le debemos, tanto como lo gozamos.
Aquel estilo, esta milonga, esa mínima caricia en las
cejuelas para insistir “te quiero” a la
mujer amada.
Partió hace
poco y apenas tuvo tiempo de musitar adiós.
Se lo llevó un cortejo sinfónico por esa huella bardina que nadie tapa
-se fue,… pero no se fue. Engaños de los sentidos,
jugueteos del subconsciente...
Cada tanto retorna para recordarnos,
apelando a un sabio magisterio musical, con qué recursos
se vence al olvido y la distancia.
Lo hace una y
otra vez y no se cansa. Entra, parroquiano y patrón de un boliche orillero y se sienta a confirmar que está de nuevo cada
vez que alguien lisonjea un diapasón y asoma,
curiosa, una calandria.
domingo, 18 de octubre de 2015
Acerca de El Encuentro
El amanecer se apoderó del paisaje he inundó totalmente la fachada del boliche de Chacharramendi. Juan Bautista acabó de aprestar el Lobuno y aceptó el paquete que el Turco le entregó en silencio mirándolo a los ojos
-Gracias- dijo y le tendió la mano.
Luego se estrecho en un abrazo con el poeta.
-Cuídese, que el vino no le gane.
-Apúrese, que la muerte no lo alcance.
Ambos partieron con rumbos distintos.
(Fotogramas de una realización de "Un poco de cultura" -1990-de Canal 3.Basado en un cuento en el que Juann Carlos Bustriazo Ortíz se interpreta a si mismo junto a inés Godoy, Osvaldo Stefanazzi y José Depetris)
martes, 13 de octubre de 2015
El hombre del Potemkin
domingo, 11 de octubre de 2015
Sombras, nada más (1)
miércoles, 23 de septiembre de 2015
Lorena
Iba tras ellos Moamen Oreigea, al Este de Gaza, en su silla de ruedas.
martes, 15 de septiembre de 2015
Procedimiento
(de la serie microrelatos de 33 palabras)
lunes, 31 de agosto de 2015
Tres mujeres
miércoles, 5 de agosto de 2015
Los rostros y las sombras
domingo, 26 de julio de 2015
Raulito
Y ahora Raulito. La muerte lo aprehendió de noche y a traición, reiterando en forma de metáfora callejones de su vida.
Didácticas de la sobremuerte.
Raulito, constructor de esa dialéctica que gozamos y padecimos, que le hizo ganar el mote, para nosotros, de entrrecasa, de “Raulismo”.
No salen las palabras, puto invierno de manos frías que no le arrancan a este teclado una mísera idea redentora, un buen réquiem, un miserere adecuado para la ronda de la tristeza, para subirse a la ronda de la tristeza y exorcizarla, acaso, con algún chiste pavo de su inagotable galería.
El Raulismo che, amigo y camarada. Hoy lo recordamos, emergiendo entre el humo espeso de una madrugada en la redacción, para dilatar el cierre por si Ansa Latina o la BBC regalaban una migaja so-bre el secuestro de Aramburu o aquella vergonzosa huida de Saigón.
Cuando los chafes del plomo y de la sangre lo arrancaron de sus pájaros les gritó tan fuerte que todavía resuenan sus denuncias en el firmamento sonoro de los justos. Proclamas que cada tanto retornan a la calle Independencia escritas con cal, para que nadie olvide. Lecciones de dignidad, tan bienvenidas como necesarias en este país del face-boock y la tilinguería. Gritos, demandas potentes. Por eso no hicieron falta altavoces, hace poco, en Rawson, cuando un juez, un tribunal y los canallas volvieron a escucharlo.
Ellos, los miserables, lo saben bien; cuando debió callar, calló.
Raulito ríos o salinero. Cronista nictálope en esta comarca de sombras. No hay dudas que está dentro de las coordenadas de Brecht.
Raúl Celso D`Atri, el Raulito
Maldito corazón. Maldito frío que no le saca al teclado un adiós más justiciero.
Se fue, menos mal que lo llevamos adentro.
viernes, 17 de julio de 2015
Un viejo mar
viernes, 26 de junio de 2015
Raconocimiento del INADI
.
domingo, 21 de junio de 2015
Evocaciones
lunes, 1 de junio de 2015
NI UNA MENOS
epite que la quiere. Una y otra vez, como una plegaria, en voz muy baja. Ella asiente con los ojos cerrados y la cabeza baja. Se afana por abrirlos para verificar si miente.
(microrelatos de 33 palabras)
DIBUJO. Mariela González
miércoles, 29 de abril de 2015
domingo, 19 de abril de 2015
miércoles, 15 de abril de 2015
Vals en La Gloria
La casa es el umbral
La casa es el umbral ( Mínima canción de contingencia) Retumban esas suelas...
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