viernes, 17 de noviembre de 2017

El silencio

foto: Dagna Faidutti
Días de juicio
EL SILENCIO

"¿Dónde estaba Dios en esos días?", preguntó el Papa Benedicto XVI mientras visitaba Auschwitz.
Su respuesta se dilata en los confines. Acaso libere  conciencias y las alivie . Es que,más  allá de la fe o de las apostasías –en el extendido trayecto de la creencia o el discernimiento- , importa una ilustración de    por qué permaneció en silencio? ¿Cómo pudo permitir esta masacre, ese triunfo del mal?
Elie Wiesel, sobreviviente del campo  de exterminio de Birkenau, sumó en un texto  que estremece una voz de alivio para los feligreses: tal vez Dios pendiera de los cadalsos.
Nuestro Atahualpa fue más expeditivo. Y explícito, ahí están sus Coplas del Payador Perseguido
patentizando ausencias.
Jeff Iaccoby insiste en la interpretación de la línea benedictina: No fue Dios quien falló durante el holocausto, o en los Gulags, o en el 11/9, o en Bosnia. No es Dios quien falla cuando los seres humanos hacen cosas atroces. Auschwitz no es lo que pasa cuando el Dios que dice “No matarás” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” está en silencio. Es lo que pasa cuando los hombres y las mujeres se rehúsan a escuchar.
Disquisiciones de estas horas, en días de juicio.
Emergen, las preguntas,  impetuosas, incontrolables,  acuciantes porque  aquí - como pueden, como les sale, como recuerdan- manifiestan   las víctimas.
Voceros calificados, interpeladores de conciencias, que semana a semana nos conducen al territorio donde la abyección sentó sus reales y se resiste a abandonarlos.
Relatos, detalles. Y a través de ellos la evidencia de  una sociedad que no escucha, otra que calla. Un regalo para los que quieran encontrar claves en la historia.
Para los que pretendan desentrañar la matriz del mutismo.
Testimonios para recortar y armar, como en la escuela, desde la escuela, como producto de un magisterio que hoy, más que nadie, ejercen los que no callan.
El silencio, entonces,  se hace más conspicuo, sobrevuela la sala, se espesa, eleva hasta subvertirse en grito.
Ayes ahogados por la radio de la Brigada.
Se vuelve atronador en la evidencia  sonora del pacto que persevera desde hace más de cuatro décadas.
¿Qué es lo que los une que sea superior a lo que ya se sabe y está probado?
Y está también el silencio de los que hoy claman por una redención. Los que pretenden ser exonerados de consideración en tanto  se abstienen de explicitar qué hacían, qué no hacían, cuando a su lado -en General Pico, en el Puesto de Aráuz, en  las ascensiones de la Seccional Primera, cohabitaba el espanto.
¿Qué decían? ¿Qué excluyeron de sus imperativos éticos?
De cómo el método socrático adquiere tanta o más importancia que un querellante o un magistrado.
Y así pasan los días, asoma el nuevo año y vamos hacia él del brazo y a los codazos. Como el hombre en su relación con la naturaleza.
Cada día que pasa una molécula de verdad y memoria cobra forma de palanca. Acaso con ella podamos levantar algún día  esa pesada lápida de la historia que con tanta meticulosidad han construido la mentira, el silencio, el olvido.



sábado, 4 de noviembre de 2017

María

Juan C.Pumilla - María López de Tartaglia
cartas de Lucía Tartaglia
Verano de 1983. Hizo su aparición por el pasillo angosto del CUP, que albergaba al recientemente constituido MPDH. Llevaba en sus manos un atadito de papeles. Eran las cartas que su hija, Lucía Tartaglia, había logrado filtrar de a vigilancia del Olimpo. En ellas había una manifestación de amor filial, extrañeza, el anuncio de un hijo para el verano de 1979 y la esperanza de un reencuentro. Nunca sucedió, Pasaron cuarenta años y el hijo de las cartas ahora ,se sabe, es una niña de 38 años que el mundo celebra y conoce a través de una denominación que vence al tiempo y las fronteras: “Nieta 125”. Un número para graficar la estadística del despojo, una cantidad para mensurar cuántos –aún- faltan. María López de Tartaglia murió hace unos años sin poder abrazar a su nieta. Murió, pero todos saben que no es cierto.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Celebrando la recuperación de la Nieta 125

Graciela TArtaglia Raquel Pumilla Juan C. Pumilla

Juan C.Pumilla  - Aldo Tartaglia

Juan C.Pumilla Lucía -  D Andrea Tartaglia

JuanC.Pumilla -María Tartaglia

La casa es el umbral

  La casa es el   umbral ( Mínima canción de contingencia) Retumban   esas   suelas...