sábado, 12 de diciembre de 2020

EL DIA EN QUE ASESINARON A UN HÉROE DEL PUEBLO

 


Los cinco disparos de Mark David Chapman, desarmonizando una jornada de fin de año de 1980, fueron por demás certeros. Con el primero hizo lo que hizo. Con los restantes acertó en el corazón de todos nosotros.

Te hacen daño en casa
y te pegan en clase.
Te odian si eres inteligente,
y desprecian a un tonto.
Hasta que estás tan jodidamente loco,
que no puedes seguir sus reglas…”

Los ecos de las  descargas reverberaron diáfanos, potentes, en estos confines de la luz. El corazón de Juan CarlosBustriazo Ortíz aceleró sus palpitaciones. Retumbos  arrolladores  s que se dilataron en  una singladura que inicia en el estaño del Tincho y culmina en la callecita Florida.

El Piedra Juan lloró por John e imaginó una lombriz de cristal fluyendo cauce abajo por  las mejillas de Yoko Ono.

El día de la muerte del insurrecto que todos conocen como músico, inició  a concepción de

este texto poco conocido y frecuentado del más rockero de nuestros poetas.

yoko ono llora

 

oscuras máquinas  susurran ruedan ruedan vahos vahos vapores

negros hostiles hostiles

la voz de una muchacha desde una caja metálica transmite transmite suspira acongojada acongojada

lejos lejos lejos lejos yoko ono llora

es absurdo y odioso el invisible aire bermejo demente demente invasor de un gran mundo salvaje que nos husmea nos husmea

este poeta occidental y cristiano no suspira este poeta no sabe si escribe si balbucea este texto religioso canónico baleado un rico surtidor del pecho roto roto roto roto roto

lejos lejos lejos lejos yoko ono llora

el horror reyezuelo inclemente reina reina ensangrentado ensaangrentado florido de la sangre

 no hay profetas airados tronantes vestidos con ropajes de cuero de dulces cabras blancas suaves suaves suaves

lejos lejos lejos lejos yoko ono llora

mefisto carcajea carcajea en su hórrida tienda de verano de verano

las cohortes del infierno ríen ríen ríen serrallos de la muerte perfumados perfumados

prodigiosa ramera la luna tan sin velos me envuelve envuelve envuelve

mandrake con su gran capa sonora hierve heridas hojas de mandrágora de mandrágora

lejos lejos lejos lejos yoko ono llora

me ata de pies y manos de pies y manos pies pies pies manos

malabar de las sombras no hay blanco de alcanfores de alcanfores de alcanfores

no hay cárcuma de los besos de los besos de los cuerpos de los cuerpos

contuso de mi boca sobrevivo supérstite jurante jurante

vi en los cielos el gran rollo volante de zacarías que fulguraba fulguraba conociendo majestuoso inteligente inteligente la maldad del humano del humano

lejos lejos lejos lejos yoko ono llora

no hay portentos no hay portentos no hay portentos no hay portentos

pelafustanes pelafustanes pelafustanes pelafustanes pelafustanes

enredadores de homicidios  coronados coronados jardineros de homicidios cultivadores de homicidios de homicidios  viñadores  de eso de eso de eso de eso

no hay leche y miel no hay leche y miel no hay leche y miel

no hay edad de oro de oro oro oro

no hay tierra prometida prometida prometida

yoko ono

llora

yoko ono

llora

yoko ono

llora

yoko ono

llora

yoko ono

llora

 

 

 

(s, melquíades,p.,

 s.dámaso,p.)

a maria victoria scheuber.

 

 

JCBO

 

 

 

 

 

 

 

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