Los cinco
disparos de Mark David Chapman, desarmonizando una jornada de fin de año de
1980, fueron por demás certeros. Con el primero hizo lo que hizo. Con los
restantes acertó en el corazón de todos nosotros.
“Te
hacen daño en casa
y te pegan en clase.
Te odian si eres inteligente,
y desprecian a un tonto.
Hasta que estás tan jodidamente loco,
que no puedes seguir sus reglas…”
Los ecos de
las descargas reverberaron diáfanos,
potentes, en estos confines de la luz. El corazón de Juan CarlosBustriazo Ortíz
aceleró sus palpitaciones. Retumbos arrolladores
s que se dilataron en una
singladura que inicia en el estaño del Tincho y culmina en la callecita
Florida.
El Piedra
Juan lloró por John e imaginó una lombriz de cristal fluyendo cauce abajo por las mejillas de Yoko Ono.
El día de
la muerte del insurrecto que todos conocen como músico, inició a concepción de
este texto
poco conocido y frecuentado del más rockero de nuestros poetas.
yoko ono llora
oscuras
máquinas susurran ruedan ruedan vahos
vahos vapores
negros
hostiles hostiles
la voz de
una muchacha desde una caja metálica transmite transmite suspira acongojada
acongojada
lejos lejos
lejos lejos yoko ono llora
es absurdo
y odioso el invisible aire bermejo demente demente invasor de un gran mundo
salvaje que nos husmea nos husmea
este poeta
occidental y cristiano no suspira este poeta no sabe si escribe si balbucea
este texto religioso canónico baleado un rico surtidor del pecho roto roto roto
roto roto
lejos lejos
lejos lejos yoko ono llora
el horror
reyezuelo inclemente reina reina ensangrentado ensaangrentado florido de la
sangre
no hay profetas airados tronantes vestidos con
ropajes de cuero de dulces cabras blancas suaves suaves suaves
lejos lejos
lejos lejos yoko ono llora
mefisto
carcajea carcajea en su hórrida tienda de verano de verano
las
cohortes del infierno ríen ríen ríen serrallos de la muerte perfumados
perfumados
prodigiosa
ramera la luna tan sin velos me envuelve envuelve envuelve
mandrake
con su gran capa sonora hierve heridas hojas de mandrágora de mandrágora
lejos lejos
lejos lejos yoko ono llora
me ata de
pies y manos de pies y manos pies pies pies manos
malabar de
las sombras no hay blanco de alcanfores de alcanfores de alcanfores
no hay
cárcuma de los besos de los besos de los cuerpos de los cuerpos
contuso de
mi boca sobrevivo supérstite jurante jurante
vi en los
cielos el gran rollo volante de zacarías que fulguraba fulguraba conociendo
majestuoso inteligente inteligente la maldad del humano del humano
lejos lejos
lejos lejos yoko ono llora
no hay
portentos no hay portentos no hay portentos no hay portentos
pelafustanes
pelafustanes pelafustanes pelafustanes pelafustanes
enredadores
de homicidios coronados coronados
jardineros de homicidios cultivadores de homicidios de homicidios viñadores
de eso de eso de eso de eso
no hay
leche y miel no hay leche y miel no hay leche y miel
no hay edad
de oro de oro oro oro
no hay
tierra prometida prometida prometida
yoko ono
llora
yoko ono
llora
yoko ono
llora
yoko ono
llora
yoko ono
llora
(s,
melquíades,p.,
s.dámaso,p.)
a maria
victoria scheuber.
JCBO
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