Hemos andado
mucho, compañera,
desafiando funestas melodías
en la afanosa búsqueda
de amaneceres nuevos.
Y aquí estamos de nuevo, compañera,
burlando el fantasma que rondó
desafiando funestas melodías
en la afanosa búsqueda
de amaneceres nuevos.
Y aquí estamos de nuevo, compañera,
burlando el fantasma que rondó
semanalmente
los jueves por la tarde.
Buscando los rostros familiares
de los que estuvieron implicados
en esta testaruda idea
de procurarse un romance con la vida
hasta la muerte.
los jueves por la tarde.
Buscando los rostros familiares
de los que estuvieron implicados
en esta testaruda idea
de procurarse un romance con la vida
hasta la muerte.
Todavía no es demasiado tarde
y ambos lo sabemos.
Es posible reiniciar aquellos ritos,
convocar a todos los amigos
y conspirar de nuevo
rumbo al legítimo objetivo
de conquistar
definitivamente
el cielo.
Estos años han dejado una enseñanza
que supera las barreras y los miedos:
es lícito soñar
pero hay que cumplir con esos sueños.
Hemos andado mucho, compañera,
para saber que no tenemos mucho tiempo.
Y aún así en todo nuestro tiempo…
lo asumimos en las tardes de esos jueves.
y ambos lo sabemos.
Es posible reiniciar aquellos ritos,
convocar a todos los amigos
y conspirar de nuevo
rumbo al legítimo objetivo
de conquistar
definitivamente
el cielo.
Estos años han dejado una enseñanza
que supera las barreras y los miedos:
es lícito soñar
pero hay que cumplir con esos sueños.
Hemos andado mucho, compañera,
para saber que no tenemos mucho tiempo.
Y aún así en todo nuestro tiempo…
lo asumimos en las tardes de esos jueves.
(marzo-1982)