domingo, 10 de diciembre de 2023

"Ave César"



 

Victor  Mature , su  rostro cincelado a machetazos, sucio y sudoroso, alza la vista y en sus  ojos fibrila  una chispa de júbilo mechado con un filamento de alivio. A vencido a un retiarius y luego a un león. Solo, él solito, con su espada implacable . En la otra mano, el yelmo  que refulge haciendo parpadear al  César que lo contempla con  indulgencia y tal vez una pizca de conmiseración.

         Mature no siente temor por su destino. Sabe, porque ha leído el guión de punta a rabo, que al final se quedará con la muchacha.

         Era una de romanos, porque en el matiné del  cine Marconi abundaban las de vaqueros y gladiadores antes que las de piratas.

Finales de los cincuenta, la hemos visto un par de veces luego de abandonar al niño reclamados por adolescencias urgentes.

De ahí la evocación.

Cada vez que Mature, el último gladiador, formalizaba el ritual reverencial ante  el César nos estremecían sus  implicaciones. Por su presagio, por el inexorable veredicto sumado al  bramido de la plebe de pan y circo exigiendo  pulgares al cielo o al suelo.

Ave, Caesar, morituri te salutant» («Salve, César, los que van a morir te saludan».

Gracias Suetonio.

Aquellas  tardecitas, morosas y previsibles ,de la aldea no han retornado a nuestras vidas.

Y ya Mature ha muerto.

Esta noche, acaso convocados por la nostalgia, se hicieron presentes algunos tracios y Dimachaerus , semblantes hoscos, expectantes, invitándonos a  participar del los fastos ante el Monarca.

Como en las  sesiones  del Marconi, a poco que iniciaron la ceremonia de pleitesía, un suave sopor nos invadió preludiando el sueño.

No podemos  discernir si  fue pura fantasía. Empero juramos  que, antes que ello sucediera alcanzamos a percibir, etéreas, ,  abigarradas, enfervorizadas columnas  rumbo al coliseo. Armadas Brancaleone   proclamando a voz alzada   su devoción al emperador.

Argentinitos en dos ruedas, desalojados de la esperanza, arrogantes  haciendo gala de su vulgaridad, damas de estridentes  capelinas con sus pulgares altivos, primates del odio,panelistas pródigos, Barteblys con ganas de pelechar, Rapis de deliverys esquivos…

 Todos..; bueno casi todos consolidados morituris homologando  que esa película ya la hemos visto.

 

 

 

 

 

 

domingo, 3 de diciembre de 2023

el Basko

El Che al centro. Basko Inchaurraga primero a laizquierda
         Creemos que se fue espantado por un futuro funesto.

 Lo conocimos en el  mediodía de los setenta. Compartíamos la aflicción por Tlatelolco y una creciente admiración por los efluvios del mayo francés y la revolución china.

        A su juicio manteníamos cinco diferencias que impedían un vínculo más activo y orgánico. Esas  contradicciones, náufragas y ahogadas en el mar del olvido, estaban impregnadas de impericia y cierto infantilismo de izquierda que acaso, hemos logrado superar.

        Nos llevaba una ventaja. Él se había codeado con el Ché  -en todo el sentido de la expresión - mientras que nosotros lo contemplábamos en el poster del comedor.

        Por entonces era el Vasco con “V” corta y no sospechábamos que aquellas cinco piezas de debate yermo se convertirían en una coincidencia de vida y amistad que se prolongaría  por casi medio siglo. La poesía ayudó mucho como también la  tristeza por la muerte de un tal Basilio Kancheff y la mancomunión  con la figura de aquel relojero anarquista que nos vigorizó en la épica, en el abrazo a la poesía, en la necesidad de alimentar la utopía a toda costa.

        Cuando la V corta maduró para mutar  en B larga también creció la prosa, su visión del mundo, la fraternidad.

        A fuer de verdad digamos que la APE fue propiciadora de armonías y encuentros. Pero en nuestra memoria perduran como insustituibles aquellas jornadas en que cubría los turnos en la farmacia  de la avenida Belgrano y las redomas eran testigos de afanosos planes para cambiar al mundo tan sólo pertrechados con un soneto.

        Una vez, en tiempos en que las puertas cerraban   sin llave, descubrimos  un mensaje reposando en la mesa diaria que decía “por dónde andan, los extraño”.

 Esta tarde, cuando Paulita  nos dijo lo que ahora todos saben, comenzamos a buscarlo tratando de evitar  una impiadosa lágrima peregrina. Un exiguo papel que todavía no localizamos. Quizás  habite   en el interior del libro que ilustró Raquel, jugando a las escondidas  entre  las carpetas, o en aquel sobre que trajera noticias del Guiye  contrariando la lógica del tiempo. Un atadito de saludos y poemas que el propio Basko, junto a Pocha, nos entregara como el milagro de una botella al mar.

        Mañana iremos a sancionar   que aquellos cinco enfoques encontrados nunca fueron obstáculo para el abrazo y que… “Viva la liverta”, carajo.

        Tal vez, a eso de las once, en medio de la despedida, un ángel  euskaldun deposite sobre la madera un  mínimo mensaje que exprese lo mismo que  aquel otro que quedara boyando en nuestro mantel.

       

 

ELOGIO DE LA LUCHA

  Unas palabras iniciales para el libro de Federico Martocci y Pablo Volking, "La HuelgaAgraria de 1919", primera ediciójn de La T...