sábado, 23 de febrero de 2013

Ronda feroz final-

DIBUJOS:DANIEL lAPETINA
TEXTOS. JUAN CARLOS PUMILLA

Basado en un hecho real acontecido en el Parque  Infantil (Parque Oliver) de Santa Rosa, La Pampa, en la primeras décadas del siglo XX,  El episodio aun sigue impune.



La niña se balancea.
         Sus pupilas se han dilatado como un sol azorado.  Un enorme sol detenido en un punto infinito en el que no se observa nada.
         Su cuerpo es delicado y la leve brisa basta para columpiar a la niña que ayer nomás sustituyó a su ajada muñeca de pañolenci, ojos de nácar y cabellos claros, por cuatro paredes grises con olor a guiso.
         Ella… ¿ella es…?  La doméstica, dicen unos con cierto rubor en las mejillas.  Sirvientita, recalcan otros, ¡pero ché, la fámula!… en fin,… esa muchacha, murmuran las vecinas tras las ventanas entornadas.
         -La he visto hasta hace poco jugar en los baldíos.
         - Nosotros, cada tanto, pasamos por su casa allá en la villa.
¿Ella es la de los bailes del domingo?
         -No. Es la chiquilla que juega a las muñecas cuando culmina con la limpieza de las casas.
- ¿Esa? ¡pero si ayer la vi, cruzando la placita!
         La niña se balancea.
         Mansamente, quizás porque tiene todo el tiempo del mundo.
         Dicen que corrió y hasta gritó en la tibia noche del poblado. Pero no hubo quien concluyera en que no son las mismas vociferaciones  que suelen poblar las tardes. Chilló.  Su frágil cuerpo de niña se introdujo    furioso en el juego que alguna vez soñó de otra manera.
         Acaso hizo algo más. Seguramente arañó, babeó, lloró, se arrastró.  En fin, todas esas cabriolas que realizan las niñas cuando son niñas.
         Estas materias colman el universo coloquial de las comadres en la apacible aldea que era Santa Rosa en los años treinta.
         -Sobre eso, señor, nada sabe la policía.
         La niña se balancea, como siempre quiso hacerlo en ese sitio y nunca tuvo tiempo.
         Se mece.  Por última vez en el Parque Infantil. El lugar de hamacas y escondidas.


miércoles, 20 de febrero de 2013

Ronda Feroz -parte II-



DIBUJOS:DANIEL lAPETINA
TEXTOS. JUAN CARLOS PUMILLA

Basado en un hecho real acontecido en el Parque  Infantil (Parque Oliver) de Santa Rosa, La Pampa, en la primeras décadas del siglo XX,  El episodio aun sigue impune.
-segunda parte-



domingo, 17 de febrero de 2013

Ronda feroz en el Parque Infantil

RONDA FEROZ

DIBUJOS:DANIEL lAPETINA
TEXTOS. JUAN CARLOS PUMILLA

Basado en un hecho real acontecido en el Parque  Infantil (Parque Oliver) de Santa Rosa, La Pampa, en la primeras décadas del siglo XX,  El episodio aun sigue impune-
-primera parte-


miércoles, 13 de febrero de 2013

Microcuentos





Fugitiva
Acaricié sus  formas una  vez más,  mientras la marea rozaba dos exiguas  ajorcas de musgo entrelazado.  Cuando me alejé, el viento desgranaba sus  cabellos  
........

Sombras, nada más
Avanzo tres pasos y ella hace lo mismo. Camino otros diez y siempre ella está allí, anticipada. Cada vez que intento alcanzarla, no  puedo, como tampoco puedo entender porque Galeano se empecina en llamarla utopía.
.........
La Mujer Maravilla comenzó a girar y una estela de reflejos salpicó las paredes. El  Hombre Invisible la contempló con envidia.
..........

Era un perfecto triángulo amoroso. Hasta que ella decidió apagar la luz para desnudarse de sus sombras.

viernes, 8 de febrero de 2013

Militancia en tinta china





"… no  olviden que aprendió
a criticar
en las calles…"
(EL DESTINO DEL ARTE, poema de Alfredo Lavergne)



Andará contento el espectro de Alfonso Rodríguez Castelao. Gozoso, por esta germinación en las dilataciones de la llanura que supo habitar en su niñez tan distante. Castelao, el prócer de los gallegos, libertario y militante del arte de la caricatura que nos subyugó -lo sigue haciendo- desde las imperecederas páginas de Caras y Caretas.
No son fortuitas ni ociosas estas reminiscencias. Sergio Ibaceta nos recuerda a Castelao no por sus peculiaridades expresivas sino por las similitudes ideológicas que consisten en convertir al hecho artístico en una herramienta militante. El arte como catalizador de inquietudes sociales.
En tal sentido los semblantes que nos devuelven la mirada desde el pasepartou (paspartú, bah) constituyen una galería de inexcusable lectura a la hora de repasar la actividad política y social de los últimos tres años.
Sarcasmos, acentuaciones... ¿retratos o prontuarios?
Están todos aquí, los buenos y los malos. Acrecentados en sus singularidades pero no satirizados al punto que nos impida saber quiénes son, que han hecho, qué piensan.
Uno los contempla y resulta inevitable el sobrecogimiento: son lo que somos, lo que supimos conseguir. Acaso lo que merecemos en tanto no acudan en nuestro auxilio articulaciones más definitivas. Máscaras de la actualidad: delatan nuestros aciertos e incapacidades. La muestra de Ibaceta nos confronta y desafía a romper la recurrencia, a imaginar escenarios nuevos. 
El autor encarna el punto de sutura entre el plumín y la punta indeleble. Sigue la senda de su camarada Badó, el entrañable dibujante de El Gaucho Alambre y hereda una estela que recorre el firmamento de La Pampa desde Ferma a Drake, Ronco, Arballo, Alev…, desde Riela y Viñes a Lapetina…
Hay más, no muchos (porque la caricatura es un género arduo y a menudo no reporta gratitudes), pero se resisten a emerger desde los pliegues de nuestra memoria.
Los que decidan internarse en esta propuesta verificarán que cada rostro implica una editorial que acaso otorgue un poco de sustento a la cuestionable afirmación de que una imagen vale más que mil palabras.
Visualizaciones actuales, insistidoras, que se han vuelto familiares desde las páginas que las han albergado durante casi un lustro.
Personajes. Si algún día, por algún extraño designio del porvenir, se materializa la proclama de "que se vayan todos", ellos seguirán perdurando desde esta manifestación   que se abre paso hacia el futuro como un testimonio irrefutable de lo que fuimos.
                                                         Juan Carlos Pumilla
                                                                  agosto 2009

La casa es el umbral

  La casa es el   umbral ( Mínima canción de contingencia) Retumban   esas   suelas...