Cuando le sonreí se
tranquilizó. Extendió su brazo sin alzar la vista Dije: “está bien, andate”.
Examiné su espalda algo encorvada y me detuve en la nuca. Tenía una mancha de
nacimiento. Apunté.
(de la serie minicuentos de 33 palabras)
La memoria es un tatuaje del alma. Se lleva en la conciencia y obedece a sus dictados. Indeleble, eterno, nos dice quiénes fuimos y revela lo que somos. Testimonio para presentir destinos y decidir qué haremos
Unas palabras iniciales para el libro de Federico Martocci y Pablo Volking, "La HuelgaAgraria de 1919", primera ediciójn de La T...
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