jueves, 31 de mayo de 2012

De todos los fuegos...

...el juego.



Queremos tanto a Julio… Las razones de esta devoción son variadas. Pueden buscarse en las honduras de ese abismo que recorre el hombre que hace equilibrio entre los dos edificios de Rayuela. Seguramente en las bifurcaciones de La autopista del sur, acaso en la melancólica y deslumbrada defensa de la soledad de la Maga. Pero además, inquirimos con una mano en el corazón…, quién, ha podido sustraerse a la tentación de hacerle un nudo a uno de los últimos vestigios de la pelambre para ahogarlo luego en los insondables laberintos del lavabo?


Julio, solamente una línea de su producción basta para generar nuestra admiración. Es esa que pone en boca de Johnny, honrando el talento anticipatorio de Charlie Parker y todos los que alcanzan la estatura de genios. Eso, dice el personaje, eso lo estoy tocando mañana.

Una jornada de otoño de 1980  Carole Dunlop en Paris , utilizando la cámara de 8mm de Cortázar. registró su costado pájaro que preservara, afortunadamente para sus amigos y lectores, durante toda la vida: Julio en la calle y a los tiros. Allí está, el hombre al que nunca le faltaron las palabras, diciendo en silencio un texto de enorme sonoridad y significación. Julio se protege, dispara, sus enemigos no dan tregua y, al parecer, son muchos. Están en todos lados. Sigue gatillando hasta que los tambores de sus dos revólveres se vacían. Recarga y prosigue con su defensa para ratificar el portento e invulnerabilidad de su ficción.

Julio Cortázar, que puso a la revolución en la literatura y revolucionó a la literatura, resultó airoso en esa contienda. Lo mataría la realidad, cuatro años más tarde, cuando el gobierno de Ricardo Alfonsín empleara en su contra el arma más temible y mortal: la indiferencia.



JCP

ELOGIO DE LA LUCHA

  Unas palabras iniciales para el libro de Federico Martocci y Pablo Volking, "La HuelgaAgraria de 1919", primera ediciójn de La T...