Bagdad
El papiro
ardió encendiendo la noche. El hombre se encogió de espaldas .Allá lejos nacían otras crepitaciones. Inmoló otro rollo
en la hoguera. Y otro. Ninguno de ellos demostraba la existencia de Dios.
La memoria es un tatuaje del alma. Se lleva en la conciencia y obedece a sus dictados. Indeleble, eterno, nos dice quiénes fuimos y revela lo que somos. Testimonio para presentir destinos y decidir qué haremos