Pueblan peregrinaciones
por si talvez un milagro,
por si acaso alguna suerte
se viene de Cayetano
En las plazas de este otoño
En que el país se estremece
un arlequín puro plomo
en las murgas amanece
Y ese duende
desvelado
que habita en contenedores
es un cofre con misterios
de miseria y desamores
En estas noches sin
brillo
con ruegos de otros fogones
corren niños policías
que juegan a los
ladrones
Ahora el futuro se aleja
a pasos agigantados
y en las entrañas germina
un miedo gris, acerado
Ellos extienden, en techos,
mil globos
multicolor
rezan cuentos que prometen
once ilusiones off shore.
Con sus fauces entreabiertas,
baba y odio desquiciado,
desgarra, el hambre, la espalda
de pájaros desangelados.