viernes, 5 de abril de 2013

Postal -I-


Ella es, coinciden todos en Guatraché, la joven más bella. En las tardes remolonas de verano sus manos se deslizan por el piano arrancando viejos sones, melodías de amor y vida que se filtran a la calle y ganan las casas vecinas. En el interior de una, Pantaleón Miranda espera con ansiedad la hora en que el sol se aleja y pulsa quedamente su guitarra con dedos rugosos  para acompañar los acordes de la niña. Es su manera  de estar con ella, la manifestación de un sentimiento imposible y profundo. Callado, porque es cosa sabida que también el amor, como la música, se compone de silencios. Así durante semanas, meses y años. La muchacha  nunca sabrá que ese hombre, cuyo cortejo fúnebre pasa por la ventana apagando su piano,  acompañó en un temple especial las tardecitas del poblado que nunca volverán a sonar de la misma manera.
 (del libro "Viejos,tras un retazo del olvido")

La casa es el umbral

  La casa es el   umbral ( Mínima canción de contingencia) Retumban   esas   suelas...