En el niño al que
apalea, distingue a un enemigo. En la
muchacha que trata de huir de sus garras, un objeto de placer. La mira del
fusil no devuelve esa lágrima ni el ojo que estalla. Sus retinas solo confirman una lección, la ejecución de un chantaje
histórico para esos rehenes del porvenir que algunos llaman sobrevivientes. Frente
a una whipala que flamea , verifica una amenaza . El soldado,
que desliza su mirada en este e solar en llamas que propicia, en las devastaciones
de la avaricia y en ese horizonte ceniza donde habitan los escarnecidos de su afrenta, no ve la
realidad. Acaso constate su propio futuro.
La memoria es un tatuaje del alma. Se lleva en la conciencia y obedece a sus dictados. Indeleble, eterno, nos dice quiénes fuimos y revela lo que somos. Testimonio para presentir destinos y decidir qué haremos
jueves, 5 de diciembre de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LAS BABAS DEL DIABLO
Cuatro miradas …………………. A Ian Moche ……………………… Sergio Larrain, Leica en mano, recorre con parsimonia los senderos de Notre Dame y e...

-
La alborada del 14 de setiembre de1941 consagró una transición que, setenta y un años más tarde, seguiría dando que hablar. Moría ...
-
Teófilo Ivanowsky deserta de la milicia y se transforma en linyera. Allá, en Montevideo, renuncia a una historia e inmigrantes junto...
-
Cuando le sonreí se tranquilizó. Extendió su brazo sin alzar la vista Dije: “está bien, andate”. Examiné su espalda algo encorv...
No hay comentarios:
Publicar un comentario