jueves, 17 de junio de 2021

Rimas del alma

Edgar Morisoli atraviesa una situación tensa. Es una circunstancia ingrata que lo conmueve y exige. No es la primera ni será la última en su vida de hombre sensible y poeta comprometido. No puede evitar lo que pugna por salir y comprime su corazón. En ese momento, lejos de allí, su amigo Guillermo Mareque deja de acariciar la guitarra, queda pensativo y dice a su compañera en un susurro: Edgar... está llorando.

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Historias minimas-c

  Esa lágrima en la mejilla, ahí le apunté