viernes, 21 de junio de 2013

Wall Street

El viejo arrastró la palma suplicante sobre las baldosas, pero la moneda siguió a su dueño hasta el último piso. Desde los ventanales la calle era una línea y el viejo una coma.


(de microrelatos de 33 palabras)


Historias minimas-c

  Esa lágrima en la mejilla, ahí le apunté