martes, 28 de enero de 2025

RAQUEL ESTUVO EN AUSCHWITZ



Ese invierno, pródigo de impiedades, en el interregno del segundo y tercer juicio de laSubzona 14,Raquel Barabaschj viajó a Europa para abrazar a su hijo.
Tenía otro objetivo. Formalizar una ofrenda a la memoria histórica y dejar testimonio de su solidaridad con las víctimas del Holocausto.
Ella, que procedía de otro, articuló esa acción persuadida, tal como lo sostienen nuestros maestros, de que el genocidio es una sola muerte, tan sólo una, repetida.
Así una jornada brumosa, se acercó al portal que preside una leyenda que, curiosamente, replica el pregón actual de los entregadores del país. Ese que sostiene que el trabajo libera a las víctimas.
“Arbeit macht frei “
Raquel ató a la cerca un pañuelo blanco que nos compromete e interpela. Un presente silencioso y a la vez locuaz, del dolor colectivo.
En estas oras , en que se cumplen ochenta años dela liberación de ese campo de exterminio, esa tela debe ser una hilacha.
Empero seguirá ondeando, airosa, a través del tiempo
Aunque subsista, tan solo, un hilo mínimo.
Desafiando inviernos , vientos y tempestades.
Porque no otra cosa es la memoria y sus compromisos.

Historias minimas-c

  Esa lágrima en la mejilla, ahí le apunté